jueves, 28 de enero de 2010

Haití se escribe con la hache que... Con hache de Hernández


Le tocó a este país iniciarse con la letra muda, la letra que no se oye pero que está. Con la hache de país herido por los cuatro costados. De tierras, viviendas y naturaleza hundida. De huesos esparcidos entre amasijos de hierros y cascotes. «Caravanas de cuerpos abatidos. / Todo vendajes, penas y pañuelos: / todo camillas donde a los heridos / se les quiebran las fuerzas y los vuelos».

Con la hache del humo que sale de tanto escombro y de las hogueras que se prenden para iluminar quién sabe qué. Con la letra de hospital, aunque sean edificios sin paredes ni techos repletos de hijos, hijas, hermanos y hermanas. Con hambre del superviviente. Con hache de Haití. De Hiroshima. De hecatombe.

Con hache de hurtos antiguos y continuados. «Y no hay espacio para tanta muerte, y no hay madera para tanta caja», pues se la llevó Europa para construir muebles y portones de palacios y monasterios.

Con la hache que representó -y nunca se perdonó- la herejía de romper las cadenas de su esclavitud y hacerse país. Con hache de hostilidad y humillación fue tratado siempre por quienes hoy llegan dispuestos a salvarlos.

Con hache de hipocresía: se finge solidaridad con un despliegue mediático de grado 7 que vende el espectáculo de la desgracia. Miente EE UU, es un ángel redentor que olvidó en pleno vuelo su pasado y disimula sus planes de futuro. Europa comprensiva endurece sus políticas inmigratorias. Se ofrecen cifras astronómicas de dinero pero muchas tienen billete de ida y vuelta. Pagarán con ellas la deuda externa que debería ser condonada, por ilegítima y odiosa. Algunos bancos publicitan sus cuentas corrientes humanitarias porque ahora ya tienen mucha experiencia en rescates. A ellos los rescataron. Mientras otros bancos almacenan en sus arcas los fondos del narcotráfico que pasa por Haití o los 900 millones de dólares del conocido clan de los Duvalier, los piratas de Caribe. «Empuñan crucifijos y acaparan tesoros / que a nadie corresponden sino a quien los labora».

Con la hache de quien hace 100 años nació y fue condenado a morir por escribir esos versos inmortales. Para ser -por qué no- también la voz y el «viento del pueblo» haitiano y que reviente en el aire con sus verdades: «Vuestra sangre, vuestra vida/ no la del explotador/ que se enriqueció en la herida/ generosa del sudor. / No la del terrateniente/ que os sepultó en la pobreza, / que os pisoteó en la frente, / que os redujo la cabeza».

Haití, con hache de Hernández, de Miguel Hernández. Con la hache, compartida, de héroes. De honor que no derrumba ningún terremoto. Con la hache de hermandad y humildad de otros pueblos que lucharán junto al pueblo haitiano contra el olvido. Con hache de historia nueva y restauradora hecha por sus hombres y mujeres.

Con hache de horizonte.


Gustavo Duch Guillot
El Correo Vasco

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Trabajadores presentan denuncia referida a la grave crisis eléctrica


Quito, 18 de noviembre de 2009

Doctor
Washington Pesántez Muñoz
FISCAL GENERAL DEL ESTADO
En su Despacho

Muy cordialmente:

Los ciudadan@s abajo firmantes, por nuestros derechos y como representantes de varias organizaciones sociales legalmente reconocidas, en conocimiento de nuestros derechos y obligaciones, acudimos a Usted, con la siguiente denuncia:

Desde hace algunas semanas, el Ecuador experimenta una grave crisis de provisión de energía eléctrica que está afectando el desarrollo productivo a nivel nacional, así como un conjunto de actividades: familiares, profesionales, individuales, culturales, recreativas; generando incuantificables perjuicios económicos al propio Estado, como a los sectores: empresarial público y privado, a los trabajadores, comunidades, y a toda la población del país, sin distinción. Los racionamientos de energía eléctrica que impiden el normal desarrollo de la sociedad, además, han ahondado los niveles de inseguridad y violencia pública, han incrementado el desempleo y el subempleo; y constituyen evidentes violaciones a la Constitución de la República del Ecuador, a los derechos de los consumidores, a la soberanía económica del país, a la Ley de Régimen del Sector Eléctrico, al Plan Maestro de Electrificación, y demás normativa relacionada con la provisión de servicios públicos.

Entre los objetivos de la política energética del Gobierno de Rafael Correa Delgado, se establecen principalmente los de: “garantizar el desarrollo energético del país bajo los lineamientos de seguridad, soberanía y autosuficiencia energética nacional, uso sustentable de los recursos naturales con responsabilidad social y protección del medio ambiente; uso racional y eficiente de la energía primaria y secundaria; provisión energética eficiente y de calidad; incremento de la cobertura energética a precios socialmente justos y; elevación de los estándares de vida de la sociedad ecuatoriana”

Señor Fiscal, la crisis eléctrica se reedita en el país, luego de más de una década de que creíamos superada esa tara de la llamada “larga noche neoliberal”, y en circunstancias en que el Gobierno Central, ha contado como nunca antes con recursos económicos suficientes, y con excedentes monetarios, producto del incremento del precio del petróleo desde el año 2006, hasta la presente fecha. Además de contar con el incondicional respaldo de todos los estamentos y funciones del Estado, que han actuado junto al gobierno, creando incluso discrecionalidades jurídicas únicas, como es el caso de una serie de adjudicaciones contractuales en forma directa, bajo el argumento de la emergencia para garantizar el “desarrollo” del país.

Las autoridades y ex autoridades directamente relacionadas con el manejo del sector eléctrico, son las siguientes: Alexsey Mosquera, ex Subsecretario de Electrificación y ex Ministro de Electricidad y Energías Renovables, Jorge Glas Espinel, ex Presidente y ex Gerente del Fondo de Solidaridad; Esteban Albornoz Ventimilla, Ministro de Electricidad y Energías Renovables y Presidente del Consejo Nacional de Electrificación – CONELEC; Edgar Ponce, Vicepresidente del CONELEC; y los vocales: Xavier Abad y Michael Mera, delegados del Presidente Rafael Correa; René Ramírez, representante de SENPLADES; Juan Medina y Jorge Almeida, representantes de las Cámaras de la Producción; Diego Ormaza, representante alterno de los trabajadores eléctricos; Fernando Izquierdo Tacuri, Director Ejecutivo del CONELEC; y Francisco Vergara, Presidente del Directorio del Centro Nacional de Control de Energía, CENACE.

Normativa relacionada

La Constitución de Montecristi, en su Art. 11, numeral 1 establece: “Los derechos se podrán ejercer, promover y exigir de forma individual o colectiva ante las autoridades competentes; estas autoridades garantizarán su cumplimiento.”

El mismo artículo constitucional en el numeral 9, señala: “El más alto deber del Estado consiste en respetar y hacer respetar los derechos garantizados en la Constitución. El Estado, sus delegatarios, concesionarios y toda persona que actúe en ejercicio de una potestad pública, estarán obligados a reparar las violaciones a los derechos de los particulares por la falta o deficiencia en la prestación de los servicios públicos, o por las acciones u omisiones de sus funcionarias y funcionarios, y empleadas y empleados públicos en el desempeño de sus cargos.”

El artículo 249 de la Constitución Política de la República del Ecuador, establece que es responsabilidad del Estado la provisión de servicios públicos, entre ellos la fuerza eléctrica; servicio que debe ser prestado bajo su control y regulación y respondiendo a principios de eficiencia, responsabilidad, universalidad, accesibilidad, continuidad y calidad; velando porque sus precios o tarifas sean equitativos;

El artículo 313 de la Constitución, señala: “El Estado se reserva el derecho de administrar, regular, controlar y gestionar los sectores estratégicos, de conformidad con los principios de sostenibilidad ambiental, precaución, prevención y eficiencia. Los sectores estratégicos, de decisión y control exclusivo del Estado, son aquellos que por su trascendencia y magnitud tienen decisiva influencia económica, social, política o ambiental, y deberán orientarse al pleno desarrollo de los derechos y al interés social.

Se consideran sectores estratégicos la energía en todas sus formas, las telecomunicaciones, los recursos naturales no renovables, el transporte y la refinación de hidrocarburos, la biodiversidad y el patrimonio genético, el espectro radioeléctrico, el agua, y los demás que determine la ley.

Art. 314.- El Estado será responsable de la provisión de los servicios públicos. [...] El Estado garantizará que los servicios públicos y su provisión respondan a los principios de obligatoriedad, generalidad, uniformidad, eficiencia, responsabilidad, universalidad, accesibilidad, regularidad, continuidad y calidad. El Estado dispondrá que los precios y tarifas de los servicios públicos sean equitativos, y establecerá su control y regulación.

Según la Constitución de la República: “El Estado responderá civilmente por los daños y perjuicios causados a las personas por negligencia y DESCUIDO EN LA ATENCIÓN DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS que estén a su cargo…”… “Las personas o entidades que presten servicios públicos o que produzcan o comercialicen bienes de consumo, serán responsables civil y penalmente por la deficiente prestación del servicio, por la calidad defectuosa del producto, o cuando sus condiciones no estén de acuerdo con la publicidad efectuada o con la descripción que incorpora”.

La Constitución de Montecristi, en el Art. 280, señala: “El Plan Nacional de Desarrollo es el instrumento al que se sujetarán las políticas, programas y proyectos públicos; la programación y ejecución del Presupuesto del Estado; y la inversión y la asignación de los recursos públicos; y coordinar las competencias exclusivas entre el Estado central y los gobiernos autónomos descentralizados. Su observancia será de carácter obligatorio para el sector público e indicativo para los demás sectores”.

La Constitución del Ecuador, en el artículo 326, numeral 15, señala: “Se prohibe la paralización de los servicios públicos de salud y saneamiento ambiental, educación, justicia, bomberos, seguridad social, energía eléctrica, agua potable y alcantarillado, producción hidrocarburífera, procesamiento, transporte y distribución de combustibles, transportación pública, correos y telecomunicaciones…”

La Ley de Régimen del Sector Eléctrico, en el Art. 1, Deberes del Estado, establece: “El suministro de energía eléctrica es un servicio de utilidad pública de interés nacional; por tanto, es deber del Estado satisfacer directa o indirectamente las necesidades de energía eléctrica del país, mediante el aprovechamiento óptimo de recursos naturales, de conformidad con el Plan Nacional de Electrificación.”

El Art. 5, literal (a) de la misma Ley, señala que uno de los objetivos del Estado, es “Proporcionar al país un servicio eléctrico de alta calidad y confiabilidad que garantice su desarrollo económico y social”.

El Art. 5, literal (d), de la Ley Eléctrica, obliga al Estado a “Proteger los derechos de los consumidores y garantizar la aplicación de tarifas preferenciales para los sectores de escasos recursos económicos”.

Art. 5A, de la Ley de Régimen del Sector Eléctrico, establece: “Corresponde al Presidente de la República, a través del Ministerio de Energía y Minas, la formulación y coordinación de la política nacional del sector eléctrico, así como la elaboración del Plan Maestro de Energía del país. Para el desarrollo y ejecución de la política del sector eléctrico, el Estado actuará a través del Consejo Nacional de Electricidad, CONELEC.”

El Art. 13, de la Ley de Régimen del Sector Eléctrico, señala como responsabilidades del CONELEC: a) Regular el sector eléctrico y velar por el cumplimiento de las disposiciones legales, reglamentarias y demás normas técnicas de electrificación del país de acuerdo con la política energética nacional; y, b) Elaborar el Plan Maestro de Electrificación, para que garantice la continuidad del suministro de energía eléctrica, y en particular la de generación basado en el aprovechamiento óptimo de los recursos naturales, promoviendo su ejecución oportuna agotando para ello los mecanismos que la Ley le concede. Para tal efecto, mantendrá actualizado el inventario de los recursos energéticos del país con fines de producción eléctrica, para ser ejecutados directamente por el Estado, con recursos propios o asociándose con empresas especializadas de conformidad con la Ley de Inversiones del Sector Público; o, concesionados de acuerdo al Reglamento de Concesiones, Permisos y Licencias para la Prestación del Servicio de Energía Eléctrica.

Mediante Decreto Ejecutivo No. 711, publicado en el Registro Oficial No. 140 el 8 de noviembre del 2005, la Presidencia de la República asignó al Ministerio de Energía y Minas la facultad de definir las políticas de electrificación en el país en concordancia con la política nacional energética.

A través de Acuerdo Ministerial 035, del 23 de septiembre de 2008, el ex Ministro Alexey Mosquera, dispuso: “Art. 1.- Se establecen como políticas de Estado a corto, mediano y largo plazo en el sector energético las siguientes: a) Recuperar para el Estado la rectoría y la planificación del sector energético; d) Formular y llevar adelante un Plan Energético Nacional, que defina la expansión optimizada del sector en el marco de un desarrollo sostenible; e) Promover alianzas estratégicas entre los sectores público y privado nacional y extranjero, para el desarrollo de proyectos energéticos en un ambiente de seguridad jurídica; f) Promover el desarrollo sustentable de los recursos energéticos e impulsar proyectos con fuentes de generación renovable (hidroeléctrica, geotérmica, solar, eólica) y de nueva generación eléctrica eficiente, incluyendo la nuclear, excluyendo la generación con base a el uso del diesel”

Plan Nacional de Electrificación

El Consejo Nacional de Electrificación -CONELEC, mediante Resolución Nº 081-98 del 5 de octubre de 1998, aprobó el “PLAN NACIONAL DE ELECTRIFICACIÓN” para el período 1998-2007, en el que constan 18 proyectos que debieron construirse en dicho período:


Nº - NOMBRE DEL PROYECTO - POTENCIA - FECHA DE FUNCIONAMIENTO

1.- CENTRAL DAULE PERIPA 3 unidades de 71 MW cada una. Total 213 MW
En junio de 1999 debió entrar a funcionar la primera unidad.
2.- SAN FRANCISCO 230 MW - A fines de 2003
3.- MAZAR 180 MW - A fines de 2004
4.- TOACHI-PILATÓN 190 MW - A inicios de 2002
5.- MANTA 23 MW - Proyecto termoeléctrico –Dic/1999
6.- GENQUITO 42 MW - Proyecto termoeléctrico –Ene/2000
7.- ANGAMARCA 50 MW - Septiembre de 2000
8.- DELSI 50 MW - Febrero de 2001
9.- GUÁPULO 3.2 MW - Mayo de 2001
10.- APAQUÍ 44 MW - Mayo de 2001
11.- VACAS GALINDO 42 MW - Junio de 2001
12.- SIBIMBE 18 MW - Junio de 2001
13.- SALOYA 17 MW - Noviembre de 2001
14.- SABANILLA 19.9 MW - Enero de 2002
15.- TANISAGUA 50 MW - Marzo de 2002
16.- LANGOA 25.4 MW - Mayo de 2002
17.- CUYUJA 20 MW - Diciembre de 2003
18.- JATUNYACU 50 MW - Julio de 2004
TOTAL 1.267.5 MW
FUENTE: Plan Nacional de Electrificación del Ecuador, período 1998-2007

Con la construcción de los 18 proyectos eléctricos (en su mayoría hidroeléctricos) en el período 1998-2007, seguramente el país estaría recibiendo actualmente una oferta eléctrica de 1.267,5 MW, adicional, suficiente energía para contar con un servicio de calidad, optimizar recursos y evitar las enormes pérdidas económicas en tiempos de estiaje.

Plan Maestro de Electrificación 2009 - 2020
Conforme establece la Constitución y la Ley de Régimen del Sector Eléctrico, El Plan Maestro de Electrificación es de cumplimiento obligatorio. En el Plan elaborado por el Gobierno de la Revolución Ciudadana, se advierte un absoluto conocimiento de la grave situación en que se enconraban y se encuentran algunas plantas de generación térmica, así como la vulnerabilidad y los riesgos inminentes a los que estaba y está expuesta la Central Hidroeléctrica Paute. El documento elaborado por el CONELEC, en su parte pertinente dice: “La disponibilidad de la generación térmica existente es variable y depende de diversos factores, entre ellos: los períodos de mantenimiento, sean estos programados o no, disponibilidad de combustibles y vida útil de los equipos. La gran mayoría de los motores de combustión interna (MCI) tienen más de 20 años de instalación, razón por la cual sus rendimientos y factores de planta son bajos y sus costos variables de producción altos. Se espera que estas unidades salgan de servicio en forma progresiva durante los años siguientes, sea por obsolecencia o al ser desplazadas en el mercado por la incorporación de las unidades de generación más eficientes.”
En referencia a las plantas hidráulicas, y en especial a la Central Paute, en el Plan Maestro de Electrificación, se puede colegir la fragilidad y vulnerabilidad de la más grande generadora hidráulica, además de una constante baja natural de los caudales de los ríos que abastecen al embalse: “Las plantas hidráulicas más grandes se encuentran ubicadas en la vertiente amazónica, donde la época lluviosa ocurre generalmente de abril a septiembre y el período seco de octubre a marzo. Por esta razón, los mantenimientos de las plantas térmicas, preferentemente se los programa para la estación lluviosa y los de las unidades hidráulicas para la estación seca”.
El citado docuemento agrega: “La capacidad de almacenamiento de agua del embalse Amaluza de la central Paute, hace que sea considerado de regulación semanal. Esta limitación provoca dificultades en el abastecimiento eléctrico en època de estiaje ya que su producción se reduce notablemente…”
De los análisis, a los datos del período 1964 – 2008, la tendencia histórica de los caudales del Río Paute, en el sitio de la Presa Daniel Palacios, es decreciente; y, se repiten ciclos de años con caudales bajos, como se puede observar resaltado en el Gráfico 2.8. (Ver anexo al final)
El habitual estiaje de Paute se agudiza cada cuatro años. Como consta en el referido cuadro, el presente estiaje estaba anticipado y era de conocimiento de todas las autoridades del sector eléctrico y del Presidente Rafael Correa. Contrariamente a lo señalado por el Primer Mandatario y por las autoridades eléctricas, la información de las últimas décadas, señala que la presente sequía, no es “la peor sequía de los últimos 40 años”; el país ha experimentado ciclos de mayor impacto natural entre los años 2004 y 2005, cuando el nivel del embalse en Paute llegó hasta 1976 metros. El nivel aceptable es de 1990 metros.
Según revela la Revista Vanguardia, del 17 de noviembre de 2009, “El ex Ministro de Electricidad, Alexey Mosquera, dice que en diciembre de 2008 adelantó con Cuba la cesión de cupo de compra de generadores Hyundai por 150 MW. El ex funcionario dice que en la Matriz Energética hacia el 2020, diseñada en el 2007, ya se preveía el apalancamiento del sistema eléctrico nacional con generación térmica, puesto que la operatividad real de la central Paute es de 513 MW. “Todos – dice Mosquera- estaban avisados de que iba a haber problemas. Incluido el actual Ministro, pues para diciembre del 2008, él era gerente de la Corporación Electrica del Ecuador (CELEC). Recién, el 12 de octubre pasado, a partir del decreto 89, se agilitan los acuerdos con Cuba.”
En la misma publicación, el ingeniero Ricardo Buitrón, consultor del sector, dice que el Plan Nacional de Electrificación, indica que, durante la época estival, se necesitaban al menos 300 MW de generación térmica adicional para abastecer la demanda en condiciones de autonomía y sin mayores riesgos de racionamiento. Al momento Ecuador enfrenta un déficit de entre 500 y 600 MW de energía, producto de la falta de mantenimiento de las centrales de generación térmica, con unidades que superan los 30 años, cuando la vida útil es de apenas 10 años.
De la información contenida en el Plan Maestro de Electrificación PME, así como de los datos que maneja el CONELEC, las autoridades del sector eléctrico del Gobierno de Rafael Correa, estaban en la obligación y responsabilidad de cumplir con los proyectos contemplados en el PME, que responda a un crecimiento de la demanda de energía nacional, del 7.5% anual, así como al decrecimiento permanente de los caudales de los ríos, y al estiaje cíclico que se advertía se haría presente para el año 2009, con mayor fuerza, en la Central Paute.
De acuerdo a la información oficial, el país necesita instalar aproximadamente 300 Mw por año para cubrir la demanda, reemplazar la generación térmica ineficiente, y cumplir con un plan de riesgos y contingencias. Nada de eso se ha hecho en los tres años del Gobierno. No se ha incorporado un solo KW. Los mega proyectos hidroeléctricos: Coca Codo Sinclair y Toachi-Pilatón, se bambolean en la inestabilidad de las alianzas estratégicas entre gobiernos “amigos”, empresas incumplidas y otras salpicadas de corrupción. Es el caso del contrato con ENARSA, que se desplomó luego de poner la pripera piedra entre el Presidente Correa y la Presidenta Cristina Fernández.. Esta primera piedra acabó costándole al Ecuador U$ 5 millones. En el caso de Toachi – Pilatón, la obra adjudicada sin licitación a Odebrech, igualmente se vino abajo, luego del colapso de San Francisco. Ahora el Gobierno deambula buscando financiamiento, en el primer caso con el Gobierno Chino, y en el segundo con el régimen ruso.
El tema de la Central San Francisco, no puede ser más aleccionador, de la falta de seriedad y responsabilidad del régimen. Las autoridades del sector eléctrico, con el Presidente de la República Rafael Correa a la cabeza, el Ministro de Energía, Alberto Acosta, y el Subsecretario de Electricidad, Alecxey Mosquera, inauguraron la planta, premiando a Odebrech con 13 millones de dólares, por arranque anticipado. Luego de pocos meses, el proyecto colapsó. Odebrech se fue del país, pero los ecuatorianos nos quedamos con una central inservible, y con una deuda que de 280 millones subió a más de 600 millones de dólares.(Fuente Cristian Zurita libro El Discreto Encanto de la Revolución Ciudadana).

El caso del Proyecto Baba, igualmente adjudicado a dedo en el Gobierno de Lucio Gutiérrez, no significará ningún aporte importante para el país. Su costo de U$ 240 millones, para generar apenas 40 MW, lo ubica como una de las obras más caras, con un costo de 6 mil dólares por KW instalado, cuando el promedio regional y nacional hidroeléctrico es de U$ 1.200 el KW. Al parecer, el proyecto Baba, no estaba dirigido a la generación eléctrica, sino a transportar el agua hasta la Península de Santa Elena, para suplir las deficiencias del Proyecto Daule Peripa, y garantizar los intereses de los grandes terratenientes del sector.

INFORMACION ACTUAL DE POTENCIA
Instalados 4236,2 MW
No disponibles 1592,6 MW 106,1 San Francisco
102 Victoria II (Intervisa Trade)
85 Termoguayas
32 Anibal Santos
17 Santa Rosa
20 Otras menores
190 Interconexión Colombia
80,5 Anibal Santos y Avaro Tinajero
960 Paute (Funciona una unidad)
Disponible 2643,6 MW
Demanda De Potencia 2900 MW
Déficit -256,4 MW

DEMANDA DE ENERGÍA 17319 GWh
OFERTA EN CONDICIONES NORMALES 16690 GWh
DEFICIT EN ENERGÍA 629 GWh
La energía demandada para servicio público durante el 2007 fue de 15840,15 GWh, que fueron cubiertos de la siguente manera: Empresas Generadoras, 13221.17 GWh; generación de las Distribuidoras, 1273.90 GWh; aporte de las Autogeneradoras, 484.21 GWh; y la diferencia, 860.87 GWh correspondiente al déficit, que para cubrirlo se compra a Colombia a través de la interconexión. (Estadística del Sector Eléctrico Ecuatoriano Año 2007. CONELEC).
Hasta junio del 2008 (Estadística del Sector Eléctrico Ecuatoriano Primer Semestre del Año 2008) la energía demandada para servicio público, 8147.03 GWh, se logró cubrir mediante el aporte de las Empresas Generadoras: 7268.13 GWh; generación de las distribuidoras, 473.93 GWh; Autogeneradoras, 395.43 GWh; siendo completada por la interconexión con Colombia con 137.67 GWh.
El número de clientes regulados y el consumo de energía en el 2007 se distribuyó de la siguiente manera:

Total de Clientes Regulados vs. Consumo de Energía
Grupo de Consumo Promedio Anual % MWh %
Residencial 2887137 87,49% 4102609 40,73%
Comercial 327495 9,92% 2204738 21,89%
Industrial 40304 1,22% 1971293 19,57%
A. Público 473 0,01% 765456 7,60%
Otros 44730 1,36% 1027757 10,20%
Total 3300139 100,00% 10071853 100,00%
Fuente CONELEC

El déficit ha tenido que ser cubierto mediante la compra de energía a Colombia y a Perú según los datos estadísticos del CONELEC.
Importación de Energía Eléctrica

Año Energía (GWh) Importación (millones de dólares)
2003 1120.00 81.72
2004 1642.00 134.11
2005 1723.45 150.40
2006 1540.77 124.98
2007 860.87 65.68
TOTAL 6887.09 556.89
Desde el año 2003 que se comienza la importación de energía desde Colombia, se han gastado alrededor de 560 millones de dólares que hubieran significado la instalación de una central hidroeléctrica de 350 MW con una generación, durante el mismo período (2003-2007), aproximada de 12000 GWh.
Es decir, si el Gobierno de Rafael Correa hubiese observado las recomendaciones del Plan Maestro de Electrificación, solo con los recursos destinados a la importación de energía a Colombia, se habría construido como mínimo una central de generación térmica de 120 MW por año, a un costo de U$ 80 millones promedio, para contar con 360 MW, adicionales, con lo cual se habría evitado la catástrofe energética que vive el país, con las secuelas que afectan indistintamente a todos los ecuatorianos.
Desde hace muchos años, los estudios del sector energético (sector petrolero y eléctrico), recomendaron, que debido a la alta generación de residuos en la Refinería Esmeraldas, del orden del 50%, las plantas de generación térmica, fueran modificadas, para sustituir el diesel por el bunker, en consideración de que el residuo cuesta la mitad del precio del diesel, y tiene mayor poder calórico que aumenta la eficiencia de las máquinas. Conforme al reporte del Plan Maestro de Electrificación, casi el 50% de la generación térmica nacional se mantiene con diesel, producto que es subsidiado por el Estado.
¿Cuáles son las razones para que el Gobierno de Correa y los gobiernos anteriores, no hayan dispuesto la utilización del bunker en la generación térmica, con lo cual se hubiese reducido las importaciones de un producto caro como el diesel?. Este negocio: el manejo del residuo de refinería Esmeraldas, ha sido y sigue siendo uno de los mayores del sector petrolero, del cual se benefician grandes traders, que viven de la importación del Cutter Stock, diluyente que se usa para mezclar con el residuo y formar el Fuel Oil, el cual a su vez es exportado por los mismos traders. En el régimen de la Revolución Ciudadana, como ya se ha denunciado, tanto la importación del Cutter Stock, como la exportación del Fuel Oil, fue adjudicado, sin licitación a PDVSA de Venezuela.

Petición

Señor Fiscal, al amparo de las garantías constitucionales, establecidas en el Art. 11, numeral 1: “Los derechos se podrán ejercer, promover y exigir de forma individual o colectiva ante las autoridades competentes; estas autoridades garantizarán su cumplimiento”; y, convencidos de que lo aquí descrito no escapa a su conocimiento, ni al de la gran mayoría de ecuatorianos, quienes sufrimos por igual los impactos de una crisis, que muy lejos de ubicar como responsables a la “madre naturaleza” , a “San Pedro”, o “a gobiernos anteriores”, aporta luces, para identificar a los verdaderos actores, directos e indirectos de los apagones y las tinieblas, que soporta la Patria, recurrimos a Usted, para solicitar, se hagan respetar nuestros derechos, como adicionalmente, dispone el numeral 9 del mismo artículo constitucional: “El más alto deber del Estado consiste en respetar y hacer respetar los derechos garantizados en la Constitución. El Estado, sus delegatarios, concesionarios y toda persona que actúe en ejercicio de una potestad pública, estarán obligados a reparar las violaciones a los derechos de los particulares por la falta o deficiencia en la prestación de los servicios públicos, o por las acciones u omisiones de sus funcionarias y funcionarios, y empleadas y empleados públicos en el desempeño de sus cargos.”

De la información expuesta queda claro que las autoridades del sector eléctrico, inobservaron la Constitución de la República, la Ley de Régimen del Sector Eléctrico, el Pan Maestro de Electrificación, así como todo el capítulo de derechos de los ciudadanos, contemplados en la nueva Carta Magna y en Convenios Internacionales.

Pero, no solo se habría inobservado la normativa legal vigente, sino que además se habría actuado con negligencia, al no haber dispuesto a tiempo un plan de mantenimiento de las plantas termoeléctricas, el no haber adquirido repuestos y equipos, no haber licitado a tiempo y con responsabilidad los proyectos de generación hidroeléctrica, y no haber contratado la generación térmica de emergencia, para cubrir el incremento de la demanda de energía, y el estiaje en Paute, que estuvo previamente advertido.

Al respecto, la Constitución de la República establece: “El Estado responderá civilmente por los daños y perjuicios causados a las personas por negligencia y DESCUIDO EN LA ATENCIÓN DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS que estén a su cargo…”. “Las personas o entidades que presten servicios públicos o que produzcan o comercialicen bienes de consumo, serán responsables civil y penalmente por la deficiente prestación del servicio, por la calidad defectuosa del producto, o cuando sus condiciones no estén de acuerdo con la publicidad efectuada o con la descripción que incorpora”.

Señor Fiscal, queremos entender que la Constitución del Ecuador, es, como dice el Presidente Rafael Correa: “para todos y todas”, el artículo 326, numeral 15, señala: “Se prohibe la paralización de los servicios públicos de salud y saneamiento ambiental, educación, justicia, bomberos, seguridad social, energía eléctrica, agua potable y alcantarillado, producción hidrocarburífera, procesamiento, transporte y distribución de combustibles, transportación pública, correos y telecomunicaciones…”

Por lo expuesto, los firmantes, solicitamos de Usted, disponga las investigaciones correspondientes, así como las acciones legales, que su condición le impone, para proteger y garantizar los derechos de millones de compatriotas, y sancionar a los responsables directos e indirectos de la grave crisis energética que vive el país y que está causando irreparables perjuicios económicos.

Por el respeto a la Constitución y a los derechos de los ecuatorianos y ecuatorianas


Atentamente,

Fernando Villavicencio V.
Henry Llanes S.
Diego Cano Molestina
Ramiro Guerrero
Martha Roldós B

sábado, 24 de octubre de 2009

Los movimientos de izquierda pueden llegar al gobierno pero, sin embargo, no tienen el poder

El problema se planteó en Ecuador con la elección de Rafael Correa en 2006, en Venezuela con la de Hugo Chávez en 1998, en Bolivia con la de Evo Morales en 2005... Al igual que con la elección de Salvador Allende en 1970 en Chile. La cuestión se plantea para cualquier movimiento de izquierda que llegue al poder en una sociedad capitalista. Cuando una coalición electoral o un partido de izquierda llegan al gobierno no tiene el poder, porque el poder económico está en posesión de la clase capitalista (grupos financieros, industriales, bancarios, grandes medios privados, el gran comercio, etc.). Esta clase capitalista tiene el poder económico. Además, controla el Estado, el poder judicial, los ministerios de Economía y Finanzas, el Banco Central... En Ecuador como en Bolivia o Venezuela, si el gobierno quiere realmente cambiar estructuras, debe, inexorablemente, entrar en conflicto con el poder económico para poder poner fin al control de la clase capitalista sobre los medios de producción, de servicios, de comunicación y sobre el estado. En estos países, el gobierno está en conflicto con la clase capitalista pero los cambios estructurales en el ámbito económico todavía no se han realizado. Venezuela, que es el país donde los cambios están más avanzados, sigue siendo claramente un país capitalista.

Ensayemos una comparación histórica. En 1789, cuando gracias a la revolución francesa, la burguesía tomó el poder político en Francia, ésta clase ya poseía el poder económico. Antes de conquistar el poder político en 1789, los capitalistas franceses eran acreedores del rey de Francia y los propietarios de los principales mecanismos del poder económico, o sea, la banca, el comercio, las manufacturas y una parte de las tierras. Después de la conquista del poder político, la burguesía dominó totalmente el Estado y expulsó a los representantes de las antiguas clases dominantes (nobleza y clero), o las sometieron totalmente. El Estado se convirtió en un mecanismo bien aceitado al servicio de la acumulación de capital.

A diferencia de la clase capitalista, el pueblo no tiene la capacidad de tomar el poder económico si antes no accede al gobierno. La repetición para el pueblo de la ascensión progresiva hacia el poder que realizaron los burgueses en el marco de la sociedad feudal o de la sociedad de pequeña producción de mercaderías es imposible. El pueblo no acumula riquezas materiales en gran escala, no dirige empresas industriales ni bancos, ni el gran comercio ni otros servicios. Es a partir del poder político que el pueblo puede emprender las transformaciones en el nivel de la estructura económica y comenzar la construcción de un nuevo tipo de Estado basado en la autogestión.

Y es por ello por lo que es fundamental instaurar una relación interactiva entre un gobierno de izquierda y el pueblo. Éste debe reforzar su nivel de autoorganización y construir desde la base estructuras de poder popular. Esta relación interactiva, dialéctica, puede llegar a ser conflictiva si el gobierno duda en la toma de las medidas que reclama la «base». La presión del pueblo es vital para convencer a un gobierno de izquierda de que profundice el proceso de cambios estructurales que implican una redistribución radical de la riqueza en favor de las y los que la producen. Para ello, se debe acabar con la propiedad capitalista de los grandes medios de producción, de servicios, de comercio y de comunicación transfiriéndolos hacia el sector público y desarrollando o reforzando otras formas de propiedad con función social: la pequeña propiedad privada (especialmente en la agricultura, la pequeña industria, el comercio y los servicios), la propiedad cooperativa, la propiedad colectiva y las formas de propiedad tradicional de los pueblos originarios (que, en general, tienen un alto grado de propiedad colectiva).
Eric Toussaint
Traducido por Griselda Pinero y Raúl Quiroz

jueves, 22 de octubre de 2009

¿Y quien se hace cargo del desastre?


CARTA ABIERTA:

A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES, LABORALES, AL PUEBLO ECUATORIANO y A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL.

El país está viviendo momento de gran conflictividad. Frecuentes movilizaciones sociales y populares, son la expresión de oposición del pueblo ecuatoriano a la política del gobierno de los capitalistas. Las promesas de la campaña electoral, han sido reemplazadas por la reforma que entrega los recursos naturales, agua, petróleo, gas, minerías, y los servicios como telefonía celular y electricidad a grandes transnacionales, vinculadas a los capitales imperialistas; con leyes que profundizan el modelo de acumulación capitalista, neoliberal y extractivista. Este gobierno combina entonces el neoliberalismo con el intervencionismo del Estado capitalista profundizando su carácter explotador. Es responsable de la crisis y conflictividad social, de la violación permanente de derechos humanos, constitucionales, sindicales y laborales; acción anti obrera y anti popular desarrollada en contubernio con la partidocracia y los grupos de poder económico, a los que Correa dice combatir.
La confianza depositada por sectores de trabajadores se ha ido desvaneciendo. Solamente ciertos dirigentes de las centrales sindicales, organizaciones campesinas y populares todavía creen en los cambios prometidos por Correa, hecho que desmoviliza y confunde a las bases, contribuyendo para que se profundice la política de liquidar a las organizaciones sociales y populares, entre ellas los sindicatos, para cooptarlos en unos casos o reemplazarlos en otros por organizaciones utilitarias al proyecto político de Alianza País, rompiendo con el principio fundamental de la independencia de clase.
Mediante los anti populares mandatos 2, 4 y 8; la ilegítima, inconstitucional e ilegal revisión de los contratos colectivos; los decretos ejecutivos lesivos a la jubilación patronal; el decreto 1701 que rompe el pacto colectivo libremente celebrado y divide a los trabajadores en empleados y obreros; la vigente y nefasta Ley de Empresas Públicas, la Ley de Servicio Público, la retrógrada reclasificación para los trabajadores del sector público, son decisiones políticas que buscan debilitar la organización sindical, y por ende al movimiento obrero ecuatoriano. La fusión del derecho laboral y la LOSCCA, asegura la eliminación de los derechos de los trabajadores.
La dirigencia del FUT, ha planteado pequeñas modificaciones a este decreto y ha llamado a sus organizaciones para que se sometan al diálogo, acepten integrarse a una comisión para “clasificar a trabajadores con derechos y trabajadores sin derechos”. En esta práctica no hay inocencia, sino abierto afán de sostener las políticas gubernamentales, por lo tanto hay el compromiso para legitimar al gobierno. Así lo demuestra el llamado público (diario La Hora del 7 de octubre del 2009) de Edgar Sarango, Vicepresidente de la CTE a respaldar al gobierno en una movilización, pretendiendo consumar una vez más una vieja práctica de estos dirigentes: la unidad de los trabajadores con la “burguesía”; contrariando las resoluciones de las diferentes asambleas convocadas por el mismo FUT, como la del 14 de julio del 2009 en la que se resolvió: declarar enemigo de los trabajadores al gobierno de Correa, no ir al diálogo mientras no se derogue el Decreto 1701, se anule la revisión unilateral de los contratos colectivos y luchar por la unidad e independencia política de los trabajadores para defender sus conquistas y derechos.
Recordamos a los dirigentes de las centrales sindicales, que en la aplicación del Decreto 1701, se juega el futuro de la organización de los trabajadores, de su vigencia y proyecto histórico. Por tanto, exigimos abandonar inmediatamente el llamado “diálogo”, para no afectar al conjunto de los trabajadores con la aceptación de acuerdos alcanzados a espaldas de las organizaciones de base y que viabilizan la política anti obrera del gobierno.
Las bases sólo reconocerán lo que sea discutido en asambleas cantonales, provinciales y en una futura Asamblea Nacional Unitaria. Se debe respetar lo resuelto en la Asamblea del 14 de julio, no podemos caer en la trampa del diálogo de sordos, en el diálogo en que los trabajadores son interpelados y se los obliga a aceptar la criminalización de la organización y lucha social. Estos son los hechos que se derivaron del diálogo entre el gobierno y las organizaciones de los campesinos, donde se mostró de cuerpo entero la política de los terratenientes. Pretenden neutralizar la lucha popular, identificando su protesta como política de derecha, mientras el régimen aplica la política de la derecha, enquistada en los círculos “rosa y oscuro”.
El interés de la clase obrera no es mantener una que otra conquista como dádiva; su objetivo estratégico es defender el derecho de organización de todos los trabajadores; recuperar los derechos de los trabajadores públicos sometidos a la tiranía burocrática y reducidos a esclavos modernos, por la LOSCCA insistimos, la reforma laboral del sector público, busca eliminar los sindicatos, para intensificar la explotación de los trabajadores; esta política tiene íntima relación con la reforma del Estado, que direcciona la inversión pública en beneficio de los socios del gobierno de turno.
Las organizaciones abajo firmantes, convocamos a los dirigentes de las centrales sindicales e invitamos a todas las organizaciones populares a participar en el Encuentro Laboral Nacional, este sábado 24 de octubre a partir de las 9h00 en la Unión Sindical Municipal (calle Junín, entre Almeida y Montúfar); y a la gran Convención Nacional Unitaria de la Coordinadora de Organizaciones Clasistas del Ecuador (COCE) el próximo 14 de noviembre del 2009 en la ciudad de Cuenca.
Es hora de la democracia obrera, de la democracia de las mayorías, de la discusión democrática, la crítica y autocrítica fraternas, de pasar cuentas con el pasado sectario y burocratista, dogmático y verticalista; es el momento de la solidaridad, la fraternidad y los acuerdos entre los trabajadores del campo y la ciudad; es la hora en que la clase obrera se ponga de pie y camine al frente del pueblo ecuatoriano, para conducir sus luchas. Es el momento de luchar contra las leyes de los explotadores, contra la legislación anti obrera y anti popular, contra las leyes entreguistas. Frente a los poderes económicos y políticos de los explotadores, el camino es seguir, es aplicar la independencia de clase de los trabajadores, como arma para hacer respetar nuestros derechos y conquistas frente a los empleadores y gobiernos de turno.
HAGAMOS REALIDAD LA DEMOCRACIA OBRERA
NINGÚN INTERÉS PERSONAL O DE GRUPO ESTÁ SOBRE EL DE LA CLASE TRABAJADORA
LA LUCHA NOS DA LO QUE LA LEY Y EL PATRÓN NOS NIEGAN
CON LA FUERZA DE LOS TRABAJADORES ROMPER LAS LEYES DE LOS EXPLOTADORES

Fraternalmente,

COORDINADORA DE ORGANIZACIONES CLASISTAS DEL ECUADOR (COCE)

martes, 13 de octubre de 2009

Presidente bienvenido a la política


Natalia Sierra
Resultado de más de una década de luchas y levantamientos indígenas-populares, que lograron expulsar a tres gobiernos consecutivos por intentar radicalizar el modelo económico neoliberal, involucrarnos en el Plan Colombia y entregar la soberanía nacional a los requerimientos geopolíticos del estado norteamericano, se abrió la crisis de la institución estatal y con ella la posibilidad de cambiar el destino de este país. Momento político crucial para iniciar una transformación, tanto por el nivel de politización que había logrado la sociedad ecuatoriana, cuanto por el contexto regional favorable, debido a los procesos político-sociales que venían desplegándose en Venezuela y Bolivia, y de alguna manera en el resto del subcontinente.
Es en esta coyuntura que el economista Rafael Correa, en su calidad de Ministro de Economía del gobierno de Alfredo Palacio, aparece en la escena política nacional por su correcta posición frente al destino de las rentas petroleras. Sin embargo, esto no hace de él un dirigente político, pero sí una figura interesante para ser el candidato electoral de una alianza amplia de sectores de izquierda y centro izquierda (AP). Se hicieron los juegos en el tablero político y Rafael Correa, con el apoyo de varias organizaciones y movimientos sociales logró, en la segunda vuelta, ganar la Presidencia de la República con un discurso que respondía al deseo de cambio de la población.
Pero esta circunstancia política de ninguna manera significa que sean el presidente Rafael Correa y Alianza País, a espaldas de las organizaciones sociales y menos a espaldas del movimiento indígena, los que puedan hacer una transformación social popular real. Las transformaciones sociales son paridas por el pueblo, no por técnicos, profesionales o individuos aislados. Las transformaciones son un acto político, no un asunto de administración técnica. Parece que al Presidente y a Alianza País se les olvidó quiénes y qué fue lo que hizo posible que ahora estén dirigiendo el Estado y parece que también se les olvidó que frente al poder económico de los viejos y nuevos grupos de poder burgués-oligárquico sólo se puede oponer el poder político del pueblo organizado, no una ciudadanía abstracta y despolitizada.
Olvidó que puede costar mucho, no al Gobierno, sino a la historia política de este país. Las oportunidades de cambio son milagros escasos que tienen tras de sí largos y difíciles procesos de lucha popular, como para que irresponsablemente sean abortados por la necedad del Presidente, la miopía política de ciertos ?compañeros? de la izquierda -miembros de Alianza País- o por la ignorancia de algunos dirigentes del mismo movimiento. Necedad, miopía o ignorancia política que ahora se estrella con la realidad profunda del Ecuador.
Después de dos años de paciencia las organizaciones sociales y el movimiento indígena están recordando al Gobierno para quién y, sobre todo, con quién se tiene que gobernar si, como lo prometió en todos sus discursos, realmente quiere hacer cambios profundos en este país, es decir, caminar hacia el socialismo.